Los sindicatos belgas han convocado una jornada de huelga para exigir un mayor poder adquisitivo, dando lugar este miércoles a vuelos cancelados, trenes detenidos y supermercados cerrados.
10 noviembre 2022 |
Todo en un contexto en que Bélgica sufre un grave aumento de precios, con una inflación del 13%, un récord total en la historia reciente del país. Según los sindicatos, los precios se incrementaron en un año lo que tendrían que haber subido en seis.
El aeropuerto de Bruselas ha suspendido un 60% de los vuelos y el segundo más importante, el de Charleroi, está cerrado y no opera ninguna compañía.
En los ferrocarriles, sólo se transportará una cuarta parte del tráfico. La compañía nacional de ferrocarriles (SNCB) esperaba interrupciones a partir de las 22:00 horas (2100 GMT) del martes. No habrá trenes en dos provincias del sur francófono (Namur, Luxemburgo), advirtió la SNCB.
Muchos trabajadores de supermercados también han secundado la huelga, con piquetes instalados en los centros de distribución. Y apenas funciona el transporte público de las grandes ciudades, incluida Bruselas.
También se hace notar en hospitales, en servicios públicos, en correos, los bomberos y la policía, todos operan con servicios mínimos.
Los principales sindicatos aseguran que los paros están teniendo un gran apoyo en todo el territorio.
No es la primera vez que Bélgica va a la huelga recientemente, pero lo cierto es que desde que empezó la guerra en Ucrania, se trata del paro más significativo que se ha producido en el país.