Los resultados de una reciente investigación sobre toxoplasmosis en mujeres embarazadas en Panamá, desarrollado por el Instituto de Investigaciones Científicas Avanzadas y Servicios de Alta Tecnología (INDICASAT-AIP), reflejan la relevancia y necesidad de la prevención de la toxoplasmosis congénita para evitar las diversas condiciones patológicas derivadas de esta enfermedad desde el nacimiento o edades tempranas.
22 agosto 2022 |
La infección materno-fetal por Toxoplasma gondii puede generar graves consecuencias durante el desarrollo del feto, entre las más importantes podemos mencionar: hidrocefalia, microcefalia, problemas neurológicos graves y problemas oculares, entre otras patologías de gravedad. Estas secuelas pueden producirse si no se efectúa el diagnóstico y tratamiento oportuno, destaca la Dra. Caballero. En este estudio se observó que el 87.71% de las mujeres con más de 20 semanas de embarazo, no tenían ninguna prueba serológica para la detección de este parásito, a pesar de que estas pruebas son parte del protocolo de tamizaje que toda embarazada debe realizarse en Panamá. Lo interesante ahora, agrega la Dra. Caballero, es indagar en los factores que interfieren en la realización de dichas pruebas, con el objetivo de dar luces al sistema de salud y poder intervenir oportunamente para prevenir la discapacidad causada por esta enfermedad, ya que la toxoplasmosis congénita es prevenible.
La investigación también detectó que un alto porcentaje de mujeres embarazadas (55.58%) en edad fértil, se encuentran en riesgo de una infección primaria, y de desarrollar una infección aguda durante el embarazo, por lo que la realización oportuna de la prueba de toxoplasmosis en embarazadas es extremadamente importante.
En materia de prevención, una de las medidas más importantes para evitar la infección con este parásito, es cuidar el consumo de alimentos, procurando que las carnes estén bien cocidas y las frutas y vegetales bien lavados. Por lo tanto, la principal fuente de infección es por medio de la ingestión de alimentos, no los gatos domésticos, como se suele pensar. La Dra. Caballero lo explica: “Hay muchos mitos respecto a los felinos y el parásito Toxoplasma gondii. Es cierto que los gatos cumplen un rol importante dentro del ciclo de vida del parásito, pero ellos no son la principal fuente de infección. Cuando los felinos se infectan por primera vez con el parásito Toxoplasma gondii, atraviesan una fase en la que liberan en sus heces una forma del parásito llamada ooquistes, los cuales no son infecciosos al momento de ser liberados, pues requieren aproximadamente de unas dos semanas para madurar y volverse peligrosos. Entonces, si las heces del animal son limpiadas de la caja de arena de forma diaria, la probabilidad de infección por el gato es muy bajo”.
El estudio de la Dra. Caballero se titula “Seroprevalencia de Toxoplasma gondii en mujeres embarazadas y recién nacidos” y fue desarrollado para contar con evidencia científica que respalde el trabajo de prevención de esta enfermedad en grupos que resultan vulnerables, como las mujeres embarazadas o personas con un sistema inmunológico comprometido.