China suspende importación de productos acuáticos de Japón, ante el vertido de agua contaminada

Japón inició este jueves el vertido al océano del agua residual de la accidentada central nuclear de Fukushima, a pesar de la preocupación de sus pescadores y la fuerte oposición de China, que de inmediato reforzó sus restricciones comerciales contra Tokio.

24 agosto 2023 |

Japón inició este jueves el vertido al océano del agua residual de la accidentada central nuclear de Fukushima, a pesar de la preocupación de sus pescadores y la fuerte oposición de China, que de inmediato reforzó sus restricciones comerciales contra Tokio.
Pekín llevaba meses advirtiendo a Japón que la posible descarga al océano de las aguas residuales contaminadas con sustancias radiactivas de la paralizada central nuclear de Fukushima Daiichi conllevaría una respuesta firme y contundente del ejecutivo chino.

Tras confirmarse a las 13 hora local que el vertido había comenzado, la respuesta de Pekín no se ha hecho esperar. Ha manifestado su firme oposición y condena a la descarga de agua contaminada al océano, cuestionando la legitimidad y legalidad de la misma y calificando la decisión del Gobierno japonés de “extremadamente egoísta e irresponsable”.

Pekín acusa a Japón de haber ignorado las preocupaciones y la oposición de la comunidad internacional, convirtiéndose en un saboteador del sistema ecológico y contaminador del medio marino mundial.

Como consecuencia, la Administración General de Aduanas de China anunció esta mañana la suspensión inmediata de todas las importaciones de productos acuáticos provenientes de Japón. Tomó esta decisión de emergencia con el fin de prevenir de manera integral el riesgo de contaminación radiactiva y de garantizar la seguridad alimentaria, manifestó un funcionario de aduanas.

El Ministerio de Ecología y Medio Ambiente de China también anunció medidas reforzadas en el monitoreo de radiación en áreas marítimas bajo jurisdicción nacional para rastrear y evaluar el posible impacto de la descarga.

Las acusaciones planteadas desde el Gobierno chino son muy serias, a la altura del riesgo para el medio ambiente y la salud humana que supone la descarga. Sin embargo, China no se ha quedado sola. Las condenas se han extendido por la región, la más afectada, en primera instancia, por los efectos del vertido contaminante.

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