Los sindicatos se felicitan por una ‘movilización histórica’ contra la reforma de las pensiones

En la sexta jornada de movilización contra el proyecto impulsado por Emmanuel Macron para llevar de 62 a 64 años la edad para jubilarse, los sindicatos aseguraron que el llamado a protestar había aumentado un “20%” con respecto al pasado 31 de enero, por lo que el gobierno no puede “hacer oídos sordos”.

08 marzo 2023 |

La sexta jornada de protestas contra la reforma de las pensiones ha tenido este martes una gran afluencia, sobre todo en los sectores del transporte y la energía, y los sindicatos hablan ya de una movilización "histórica" contra el impopular proyecto gubernamental.
Los sindicatos, unidos en su rechazo al retraso de la edad legal de jubilación de 62 a 64 años, pretenden aprovechar este nuevo acto para endurecer el movimiento iniciado a principios de año.

"Es la mayor movilización desde el inicio del conflicto", dijo el secretario general de la CGT, Philippe Martinez, en la marcha de París, refiriéndose a una "movilización histórica".

"Lo que sabemos hasta ahora es que es mejor que el 31 de enero", añadió su colega de la CFDT, Laurent Berger, refiriéndose a la jornada del 31 de enero, cuando salieron a la calle unos 1,3 millones de personas, según el Ministerio del Interior.

Poco antes de la salida de la marcha en París, hacia las 14.00 horas, Berger, saludó una "movilización histórica en comparación con los últimos 40 o 50 años", con cerca de un "20%" más de manifestantes

"Hemos conseguido mostrar la determinación del mundo laboral", prosiguió el dirigente de la CFDT, asegurando que el Gobierno no puede hacer “oídos sordos” a esta movilización.

Menos huelguistas entre ferroviarios y docentes

Sin embargo, el número de huelguistas fue ligeramente inferior a las mejores cifras registradas desde el inicio del movimiento, tanto entre los ferroviarios como entre los profesores.

Por la tarde está prevista una nueva reunión de la intersindical para decidir los próximos pasos del movimiento.

Una Francia paralizada, "es evidentemente malo para nuestros conciudadanos", y "los primeros en ser penalizados, cuando tenemos huelgas, son los franceses más modestos", había criticado el lunes por la noche la primera ministra Elisabeth Borne, defendiendo una reforma que garantizará la perennidad de "uno de los pilares de nuestro modelo social".

Los primeros cortejos de este martes estaban a un nivel comparable al de la movilización récord del 31 de enero.

La CGT había previsto un total de 265 concentraciones. Según una fuente policial, se esperaban entre 1,1 y 1,4 millones de participantes el martes, de los cuales entre 60.000 y 90.000 en París.

Se registraron numerosos cortes de carreteras, de Perpiñán a Miramas (Bouches-du-Rhône) pasando por Poitiers o Rennes, donde los manifestantes bloquearon una importante vía provocando "numerosos daños", según la prefectura.

Sondeo tras sondeo, los franceses siguen oponiéndose mayoritariamente a la medida emblemática de la reforma, el aplazamiento de la edad legal de jubilación, aunque piensen que al final se aplicará.

Además de las empresas de trenes y metro parisino -donde el tráfico se vio gravemente perturbado el martes (con el 39% de los ferroviarios en huelga a mediodía, según fuentes sindicales), situación que se preveía que continuara el miércoles- y de las acciones de los camioneros, la Dirección General de la Aviación Civil francesa (DGAC) pidió a las compañías aéreas que redujeran sus horarios de vuelo entre un 20 y un 30% para estos dos días.

Por otro lado, el martes por la mañana se bloquearon los envíos de carburante a la salida de "todas las refinerías" de Francia (TotalEnergies, Esso-ExxonMobil y Petroineos), según el sindicato CGT-Chimie.

Y en el sector del gas, tres de las cuatro terminales de GNL de Francia fueron cerradas el lunes durante "siete días" por los sindicatos.

Los recolectores de basura también están llamados a una huelga indefinida por la CGT.

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