Mará I proclamada Reina de Inglaterra

Tal día como hoy de 1553 fue proclamada en Londres la primera reina de Inglaterra por derecho de sucesión, María I.

19 julio 2022 |

Hija del primer matrimonio de Enrique VIII, logró superar los obstáculos que tanto su padre como su hermanastro, el rey Eduardo VI, pusieron para que accediese al trono. Su rechazo inamovible a aceptar la reforma protestante la llevó a restaurar el catolicismo, incluyendo las leyes contra la herejía y llegando a usar la fuerza ante la oposición de amplios sectores sociales.


La firmeza de su política religiosa le valió el sobrenombre de «María la Sanguinaria». Su matrimonio en 1554 con el príncipe Felipe, que dos años más tarde heredaría la corona de España como Felipe II, tampoco fue bien recibido por sus súbditos. Falleció en 1558 sin hijos, por lo que fue sucedida por su hermanastra Isabel I.

María Ib​ (Palacio de Greenwich, 18 de febrero de 1516-Palacio de St James, 17 de noviembre de 1558) fue reina de Inglaterra e Irlanda desde el 6 o el 19 de julioa​ de 1553 hasta su muerte. Es conocida por su intento de abrogar la Reforma anglicana, que había comenzado durante el reinado de su padre, Enrique VIII. Las ejecuciones que marcaron la restauración del catolicismo en Inglaterra e Irlanda suscitaron que sus opositores protestantes la apodaran «María la Sanguinaria» (Bloody Mary en inglés).9​

Fue la única hija de Enrique VIII con su primera esposa —Catalina de Aragón— en sobrevivir hasta la edad adulta. Su medio hermano Eduardo VI —hijo de Enrique VIII y Juana Seymour— sucedió a su padre en 1547 a la edad de nueve años. Cuando Eduardo VI enfermó de muerte en 1553, intentó sacarla de la línea de sucesión porque supuso que daría marcha atrás a las reformas protestantes que habían comenzado durante su reinado, y las de su padre. A su muerte, los principales políticos trataron de proclamar a Juana Grey reina de Inglaterra. María reunió a sus seguidores en Anglia Oriental y depuso a Juana I, quien tiempo después fue decapitada.

Fue la primera soberana de Inglaterra por derecho propio, excluyendo los disputados reinados de Matilde I y Juana I. En 1554 contrajo matrimonio con el príncipe Felipe de España, convirtiéndose en reina consorte de la Monarquía Hispánica al ascenso al trono de su marido en 1556, si bien nunca visitó España. El matrimonio fue recibido con una revuelta popular organizada por Thomas Wyatt, quien buscaba derrocarla en favor de su media hermana Isabel —hija de Enrique VIII y Ana Bolena—; sin embargo, el levantamiento fracasó e Isabel fue recluida en la Torre de Londres.

Durante su reinado de cinco años, más de 280 disidentes religiosos murieron quemados en la hoguera en las llamadas persecuciones marianas. María no tuvo hijos y padeció dos embarazos psicológicos, uno en 1554 y otro en 1557, que la ridiculizaron en Europa. Solo a pocos días de su fallecimiento, en 1558, reconoció a su media hermana como su sucesora. Después de su muerte, el restablecimiento del catolicismo en el país fue revertido con dureza por Isabel I, al comienzo de su reinado de 45 años, que clausuró la época Tudor.

Nació el 18 de febrero de 1516 en el palacio de Placentia, en Greenwich, Inglaterra. Era la única hija del rey Enrique VIII y su primera esposa, Catalina de Aragón —hija de Fernando II de Aragón e Isabel I de Castilla, conocidos como los Reyes Católicos—10​ que sobrevivió a la infancia. Su madre había sufrido muchos abortos involuntarios.11​ Antes de su nacimiento, cuatro embarazos previos habían resultado en una hija muerta y tres hijos de corta vida o nacidos muertos, como Enrique, duque de Cornualles.12​ El embajador veneciano Sebastian Giustiniani felicitó al rey inglés «por el nacimiento de su hija y el buen estado de salud de su serenísima madre, la reina», aunque «mucho más agradable fuese si el bebé hubiera sido varón». Sin embargo, Enrique VIII no se desanimó y, contestando a Giustiniani, escribió: «Los dos somos jóvenes; esta vez fue una hija, seguiremos luego con los hijos por la gracia de Dios».13​

Tres días después del nacimiento, fue bautizada en la fe católica en la iglesia de los Frailes Observantes en Greenwich.14​ Su nombre honraba a su tía María Tudor —reina consorte de Francia por su matrimonio con Luis XII—, a quien Enrique VIII tenía mucho aprecio.15​16​ Entre sus padrinos estaban el lord canciller Thomas Wolsey, su tía abuela Catalina de York, condesa de Devon, y Agnes Howard, duquesa de Norfolk.17​ Margarita Pole, condesa de Salisbury y tía segunda de Enrique VIII, patrocinó la confirmación de María, que se celebró poco después del bautismo.18​ Al año siguiente, María actuó de madrina cuando fue nombrada patrocinadora de su prima Frances Brandon.19​ En 1520, la condesa de Salisbury fue designada institutriz de María.20​ John Hussey, más tarde lord Hussey, fue su chambelán desde 1530; su esposa, lady Anne —hija de George Grey, conde de Kent—, fue una de las asistentes de la joven princesa heredera.21​

Educación y planes de matrimonio
María era una niña precoz.22​ En julio de 1520, con apenas cuatro años y medio, entretuvo a una delegación francesa invitada con un espectáculo de virginal (un tipo de clavecín).23​ Gran parte de su educación inicial provino de su madre, que consultaba al humanista español Juan Luis Vives en busca de consejo y a quien encomendó escribir un tratado sobre la instrucción de las niñas: Educación de la mujer cristiana (De institutione feminae christianae).24​ A la edad de nueve años ya podía leer y escribir en latín;25​ también estudió francés, español, música, danza y posiblemente griego.26​ Enrique VIII adoraba a su hija, como se demuestra en una carta a Giustiniani: «Esta niña nunca llora».27​c​ Además, en un retrato en miniatura de sus espectáculos se observa que tenía una tez muy blanca, ojos de color azul claro y cabello rojo o rojizo dorado, atributos físicos similares a los de sus progenitores. También tenía mejillas rubicundas, un rasgo que heredó de su padre.28​

Aunque sentía afecto por su hija, Enrique VIII estaba profundamente decepcionado de que su matrimonio no hubiera producido un hijo varón.29​ Para cuando ella tenía nueve años, era evidente que Enrique VIII y Catalina no tendrían más hijos varones, por lo que el rey inglés estaba sin un heredero varón legítimo.30​ En 1525, Enrique VIII envió a su hija a la frontera de Gales para presidir —supuestamente de manera nominal— el Consejo de Gales y las Marcas.31​ Tuvo su corte en el castillo de Ludlow y recibió muchas de las prerrogativas reales normalmente reservadas para el príncipe de Gales. Vives y otros la llamaban «princesa de Gales», aunque nunca fue investida oficialmente con el título.32​d​ Aparentemente pasó tres años en las Marcas Galesas, haciendo visitas regulares a la corte de su padre antes de regresar permanentemente a los condados adyacentes de Londres a mediados de 1528.34​

María en el momento de su compromiso con Carlos I de España. Portaba un broche rectangular con la inscripción «El Emperador» (The Emperour).35​
A lo largo de su infancia, su padre negoció futuros matrimonios para ella. Cuando tenía dos años de edad, fue prometida a Francisco, hijo menor del rey Francisco I de Francia, pero el acuerdo fue repudiado tres años después.36​ En 1522, en medio de la guerra de los Cuatro Años, Enrique VIII firmó el Tratado de Windsor con el que se acordó el matrimonio entre su hija de seis años y Carlos I, rey español y emperador del Sacro Imperio, de veintidós años y primo hermano de María.37​ Catalina apoyó este compromiso lo mejor que pudo, como lo demuestran sus descripciones sobre las habilidades de su hija al embajador español en marzo de 1522. En las cartas a su sobrino mencionaba que María poseía la elegancia, la capacidad y el autocontrol de una joven de veinte años.35​ Sin embargo, Carlos I rompió el compromiso unos años después con el consentimiento de Enrique VIII.38​

El cardenal Thomas Wolsey —consejero principal del rey inglés— reanudó entonces las negociaciones matrimoniales con los franceses; Enrique VIII sugirió que su hija se casara con el padre del delfín, el propio Francisco I, quien estaba ansioso por una alianza con Inglaterra.39​ Se firmó un tratado de matrimonio que establecía que ella se casaría con Francisco I o con su segundo hijo, Enrique, duque de Orleans,40​ pero tiempo después Wolsey consiguió una alianza con Francia sin tal matrimonio.41​ Según el veneciano Mario Savorgnano, la princesa heredera se estaba convirtiendo en una «jovencita bonita, bien proporcionada y de buena

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